El planeta nos está enviando señales cada vez más alarmantes. Los niveles de agua en los ríos superan los máximos históricos. El suelo tiembla por potentes sacudidas. Y en el cielo ocurren fenómenos que antes se consideraban imposibles. No se trata de hechos aislados. Es un sistema de advertencias que no podemos ignorar.
En Vietnam, el nivel del agua del río Cam Ly superó el récord de 2019. En tan solo unas horas, más de 6200 viviendas quedaron inundadas. La gente avanzaba entre corrientes turbias, rescatando a los niños y lo más esencial.
En Japón, un terremoto de magnitud 7.6 provocó un tsunami y causó una destrucción generalizada. En el puerto de Hachinohe, chorros de arena y agua brotaron del suelo agrietado. En un hospital, tres plantas quedaron inundadas después de que el sistema de extinción de incendios se activara por los temblores.
En Kamchatka, un ciclón con vientos de hasta 46 m/s arrancó los techos de las viviendas. Y el 9 de diciembre, los habitantes de Petropavlovsk-Kamchatski fueron testigos de otro fenómeno anómalo: una tormenta eléctrica con nieve. Mientras tanto, en Arabia Saudita, una tormenta llevó 135 mm de lluvia a Yeda en solo cinco horas. Esto supera en más de once veces la precipitación media mensual de diciembre. Y en Turquía, en la región de Alanya, cayó en poco tiempo la cantidad de lluvia correspondiente a todo un mes: 150 mm.
Detrás de cada cifra hay vidas reales. Detrás de cada hecho, pérdidas. Los científicos han descubierto una inquietante relación entre estos desastres y la contaminación por plásticos. Las micro y nanopartículas de plástico, ya presentes en la atmósfera y en los océanos, están alterando los mecanismos de condensación de la humedad. Esto provoca cambios bruscos en los procesos de formación de nubes y crea condiciones para fenómenos meteorológicos extremos.
Podemos realizar tantos estudios como queramos, y la comunidad científica está haciendo todo lo posible, pero hasta que el público en general escuche esta alarma, nada cambiará. Solo actuando juntos podemos afrontar este desafío y preservar lo más valioso que tenemos: la vida misma.
El momento de actuar es ahora. No mañana. No el año que viene. Cada uno de nosotros puede contribuir a la solución de estos problemas. Nuestras decisiones de hoy determinarán si tendremos un mañana.
00:00 Introducción: anomalías que están cambiando nuestro mundo
00:23 Vietnam: inundaciones récord en la provincia de Lam Dong
02:00 Turquía: lluvias intensas en Antalya y tormentas de nieve en Anatolia Oriental
03:22 Rusia: ciclón en Kamchatka y tormenta eléctrica con nieve en Petropavlovsk
04:57 Canadá: terremoto M7.0 bajo el glaciar Hubbard
05:58 Japón: devastador terremoto M7.6 y tsunami
08:16 Italia: inundaciones en las regiones del sur
09:24 Irak: fuerte tormenta en la zona de Chamchamal
10:28 Arabia Saudita: lluvias récord en Yeda y Medina
11:40 Análisis científico: cómo los microplásticos intensifican los desastres climáticos
13:51 Conclusión: por qué no podemos retrasar la acción hasta mañana
Vea más en nuestro canal sobre las verdaderas causas del aumento de los desastres climáticos y su evolución basada en un modelo matemático:
📍Los terremotos catastróficos son inevitables para la humanidad. Egon Cholakian:
https://youtu.be/ZtE32FUT2S8?si=2PPWZFMGKmlz2quh
📍 ¡Es inevitable! Un informe científico abrió los ojos del mundo a la verdad sobre el clima:
https://youtu.be/8_oF1UJMOfw?si=UD_3hBYBIBl7uDX2
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