La tormenta Hans azotó Europa, transformando paisajes primaverales en zonas de desastre natural. Los meteorólogos rusos se quedaron sin palabras al describir los récords de temperatura registrados en el país. 8 horas sin comida ni agua en un avión: la tormenta eléctrica más intensa de las últimas décadas en Nueva Zelanda interrumpió vuelos internacionales.
Mira hasta el final este resumen de los eventos climáticos de la semana, del 16 al 22 de abril de 2025, y entenderás que las catástrofes ocurridas apuntan a una amenaza mucho más grave de la que casi nadie habla.
Todo lo que verás en este video es solo la punta del iceberg. La verdadera amenaza está oculta en las profundidades de la Tierra. Su manifestación más peligrosa es la pluma magmática que asciende bajo Siberia. Sin una desgasificación controlada, esta podría romper la corteza terrestre y entonces, no solo en Rusia, sino en gran parte del planeta, la vida humana dejaría de ser posible. Ya no se trata del problema de un solo país: es un desafío para toda la humanidad.
Cualquier persona sensata que haya leído el informe “Sobre la amenaza de una erupción de la pluma magmática en Siberia y estrategias para abordar el problema” entiende la gravedad de la amenaza. Sin embargo, este tema sigue estando insuficientemente divulgado.
Si los líderes mundiales —jefes de Estado, figuras religiosas y sociales— no se familiarizan con esta información ni toman conciencia de la magnitud de la amenaza, corremos el riesgo de perder el tiempo y la oportunidad de implementar acciones vitales. La iniciativa debe venir desde abajo, de la gente. De quienes no son indiferentes. Deben ser las personas quienes exijan una solución a este problema. No se puede cargar toda la responsabilidad sobre unos pocos líderes mundiales. Debemos actuar todos juntos.
Es fundamental difundir esta información en todas partes, en todos los niveles, en todos los rincones del planeta. Adoptar una postura de avestruz en una situación así no solo es ingenuo, sino también peligroso.
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