Es el límite del cinismo y la crueldad cuando millones de personas mueren de sed en presencia de las últimas tecnologías. ¡Y este es sentido de la sociedad consumista en la que vivimos!
En todo el mundo, unas dieciséis mil depuradoras ya purifican el agua del océano de la sal y la convierten en agua dulce. Pueden producir millones de galones de agua dulce al día y abastecer a trescientos millones de personas. Los desarrollos innovadores ya permiten que las plantas desalinizadoras (depuradoras) sean respetuosas al medio ambiente, que funcionen incluso con la energía de las olas del mar y que no dañen el océano. Pueden retener en el agua los minerales necesarios para regar los campos y extraer los minerales de la salmuera restante.
En una de las capitales más grandes del mundo Lima (ciudad de la costa del Pacífico de Sudamérica, República de Perú) se recogen las nieblas en enormes redes y se utilizan para producir agua potable. En Marruecos se encuentra una de las mayores instalaciones, que produce hasta seis mil litros de agua potable al día a través de la niebla. Su funcionamiento es prácticamente gratuito y no requiere energía externa.
Se han creado generadores de agua del aire que pueden extraer hasta tres mil litros de agua potable al día y pueden aumentar hasta un millón de litros. Son móviles y fijas. Funcionan con cualquier fuente de energía y en cualquier clima, incluso en el desierto. En 2010, por ejemplo, después del terremoto en Haití, un generador produjo miles de galones de agua limpia para beber, lavar heridas y operaciones quirúrgicas.
Pero, ¿por qué no utilizamos estas tecnologías ahora, sobre todo donde la gente necesita urgentemente el agua?
Y mientras millones de personas mueren de sed, con nuestra inacción estamos apoyando este formato cruel de la sociedad de consumo, donde estos problemas nunca se resolverán. Porque nuestra supervivencia para la sociedad de consumo consiste solo en ganar dinero. El beneficio es ahora más importante que nuestras vidas, y nuestras muertes son sólo números secos.
La única salida es cambiar el formato a una Sociedad Creativa, donde el valor de la vida de cada persona es lo primero. Con sólo un par de billones de dólares, podemos resolver todos los problemas sociales, incluyendo la escasez de agua potable y alimentos, la vivienda para todos, la atención sanitaria, la logística, el cambio climático y el desarrollo de las ciencias y las investigaciones a beneficio de toda la humanidad.
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Comentarios (1)
Antonio José Domínguez
26.06.2023 | 04:38Dejar un comentario