A mediados de junio, las temperaturas anormalmente altas se extendieron por un vasto territorio desde el norte de África hasta Japón. Se batieron decenas de miles de récords de calor.
Grecia experimentó la primera ola de calor jamás registrada en la región. El 13 de junio, la temperatura en la isla de Creta se disparó hasta un récord de +44,5 °C. El meteorólogo griego Panos Giannopoulos declaró: “En el siglo XX, nunca habíamos tenido una ola de calor antes del 19 de junio. En el siglo XXI hemos tenido varias, pero ninguna antes del 15 de junio”.
Los antiguos lugares turísticos de Atenas se cerraron a los visitantes. La Acrópolis también cerró sus puertas al público después de que la gente empezara a desmayarse mientras esperaba en la fila. Debido al insoportable calor, las personas que salieron al exterior se desmayaron bajo el sol abrasador.
Socorristas asisten a turistas afectados por la ola de calor, Grecia
Las autoridades griegas han emitido una alerta nivel 3 por ola de calor.
En la última semana, una persona murió y varias más fueron dadas por desaparecidas.
El 13 de junio se produjo en Eslovenia un hecho insólito similar. En la zona de la estación meteorológica más alta del país, Kredarica, nevó inesperadamente. Los meteorólogos eslovenos compartieron en las redes sociales imágenes de la nieve caída en junio.
Nieve en junio en el monte Kredarica en Eslovenia
El 15 de junio, una fuerte tormenta azotó las zonas costeras de la Region de Krasnodar, en Rusia.
En la ciudad de Anapa, las calles y aceras se inundaron rápidamente. El sistema de drenaje pluvial empezó a funcionar al revés. Una gran tromba marina se formó cerca del pueblo de Maly Utrish.
Gran tromba marina cerca del pueblo de Maly Utrish, Terrirotio de Krasnodar, Rusia
En la ciudad de Novorossiysk, fuertes lluvias cayeron junto a grandes granizos de 5-6 cm de diámetro convirtieron las calles en ríos. El transporte público se detuvo. Se formaron trombas de agua en la bahía.
En el pueblo de Raevskaya, un rayo alcanzó una subestación, dejando sin electricidad a toda la zona rural.
En la parte asiática del país, en Yakutia, se produjo una verdadera anomalía natural. El 12 de junio, la temperatura en el pueblo de Saskylakh subió a +26,3 °С, es decir, 11 °C por encima de la norma. Sin embargo, el 15 de junio, la temperatura bajó a -0,3 °C y cayeron más de 10 cm de nieve.
En el pueblo de Saskylakh, a mediados de junio, cayeron 10 cm de nieve, Yakutia, Rusia
Este fenómeno natural desconcertó a los residentes locales.
El 13 de junio, el noreste de China se vio azotado por una serie de fuertes tormentas. En la ciudad de Harbin y las provincias de Heilongjiang y Hebei se observaron condiciones meteorológicas extremas con tormentas eléctricas y fuertes vientos.
Entre los fenómenos más peligrosos registrados, hubo al menos
tres tornados.
Uno de ellos arrasó las líneas eléctricas en Harbin, provocando que los cables se rompieran y empezaran a arder.
En el condado de Daming, provincia de Hebei,
la fuerza del viento alcanzó el nivel 14.
Cabe señalar que China utiliza una escala Beaufort ampliada para evaluar la fuerza del viento, que incluye 17 niveles.
Las velocidades del viento del nivel 14 oscilan entre 149.09 y 165.96 km/h, lo que corresponde a
la potencia de un huracán tropical de categoría 1.
Las ráfagas de viento arrancaron muchos árboles, causaron daños en edificios e interrumpieron el suministro de agua y electricidad.
Las provincias de Fujian, Guangxi, Jiangxi y Guangdong sufrieron inundaciones mortales. Al menos 1.182.500 personas se vieron afectadas.
Inundación masiva en la provincia china de Guangdong
Hasta el 19 de junio se habían confirmado al menos 13 muertos y 23 desaparecidos.
En el condado de Shanghang, provincia de Fujian, cayeron 233,9 mm de lluvia el 16 de junio, superando
el máximo histórico de precipitaciones diarias.
Se produjeron numerosos deslizamientos de tierra y se destruyeron puentes y presas en la provincia.
Durante la semana, las precipitaciones totales en la provincia
alcanzó los 940 mm.
El condado de Longyan fue el más afectado,
con la asombrosa cantidad de 411 mm de lluvia caída en sólo 12 horas.
En la provincia de Guangdong, los niveles de agua en al menos 17 ríos superaron marcas críticas. Las aguas torrenciales destruyeron puentes y cientos de edificios.
Consecuencias de las lluvias torrenciales en la provincia China de Guangdong
En el condado de Meizhou, más de 9000 personas participaron en las operaciones de rescate.
En La Meca, Arabia Saudita, durante varios días la temperatura del aire
raramente bajó de +40 °C, incluso de noche. El 17 de junio, la temperatura se disparó hasta los +51,8 °C.
El calor extremo coincidió con el Hajj, la peregrinación anual de los musulmanes a La Meca, que tuvo lugar del 14 al 19 de junio de este año. La gente se desmayó en las calles debido al calor insoportable. En un solo día, el 16 de junio, más de 2700 peregrinos sufrieron golpes de calor y fueron trasladados a hospitales locales.
Según testigos presenciales, cuerpos inmóviles yacían en los bordes de las carreteras. La gente caminaba tan cerca unos de otros que pasaban por delante de los que habían caído al suelo, sin tener forma de ayudar a nadie. Las ambulancias no daban abasto para atender el gran número de llamadas. Un peregrino egipcio describió la situación como “el fin del mundo”.
Calor extremo en La Meca, Arabia Saudita
Desde el 21 de junio, según la agencia de noticias francesa Agence France-Presse (AFP), que también recoge declaraciones oficiales e informes de diplomáticos, el número de muertos ascendió a 1126 personas. Más de la mitad eran ciudadanos egipcios. También confirmaron muertes durante la peregrinación diplomáticos de Indonesia, India, Malasia, Jordania, Irán, Senegal, Túnez y varios países más.
Cientos de personas hicieron fila ante el complejo de urgencias del distrito de Al-Muaisem, en La Meca, para recuperar los cadáveres de sus seres queridos y encontrar información sobre familiares desaparecidos.
La mayoría de los fallecidos eran peregrinos no registrados que se unieron al Hajj sin permiso oficial. Como consecuencia, no tenían acceso a agua, tiendas con aire acondicionado ni autobuses. Esas personas tuvieron que quedarse en la calle, expuestas a un calor extremo.
El 12 de junio, un ciclón tropical trajo lluvias anormalmente intensas al sur de Florida, en Estados Unidos.
En algunas zonas
se registraron más de 630 mm de precipitaciones.
Las carreteras se inundaron y se cerró el tráfico en la principal carretera interestatal 95. También se interrumpió el servicio ferroviario y se cancelaron cientos de vuelos en 3 aeropuertos internacionales de Mami, Palm Beach y Fort Lauderdale.
El Servicio Meteorológico Nacional de EE. UU. emitió una inusual emergencia debido a “inundaciones que amenazan la vida”. La última vez que ocurrió algo así fue en abril de 2023.
“La inundación del siglo” en abril de 2023, Florida, EE. UU.
En aquel entonces, la inundación fue calificada como la tormenta del siglo para el estado, y su repetición tan sólo un año después dejó a los residentes locales sumidos en la desesperación.
El 15 de junio se declaró un incendio forestal cerca de Los Ángeles. Debido a fuerte vientos y a la baja humedad, las llamas se propagaron rápidamente, cubriendo
más de 6000 hectáreas
tanto en el condado de Los Ángeles como en el vecino Ventura.
El fuego se propagó a través del Parque Estatal de Hungry Valley y avanzó hacia el sureste, en dirección a Pyramid Lake. El incendio se acercó a zonas residenciales y turísticas y provocó la evacuación de 1200 personas.
Según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire), al 17 de junio,
sólo se había controlado el 2% de la superficie del incendio.
El 17 de junio se declararon dos grandes incendios en el sureste de Nuevo México. El comportamiento del fuego fue extremo. Las llamas alcanzaron una altura de 30 metros, y los fuertes vientos impidieron su contención.
Las llamas del incendio forestal alcanzaron una altura de 30 metros, Nuevo México, EE. UU.
El incendio de South Fork se detectó hacia las 9 de la mañana, y el de Salt hacia las 2 de la tarde. Se declararon en la zona de la Reserva Apache Mescalero, amenazando a los residentes de Ruidoso, Ruidoso Downs y zonas cercanas.
En menos de una hora, la policía y los bomberos levantaron barricadas en todas las carreteras de los asentamientos afectados, excepto en una designada para la evacuación de emergencia.
A los residentes se les dijo: “VÁYANSE AHORA: no intenten recoger sus pertenencias ni proteger sus casas. Evacuen inmediatamente”.
Una residente de Ruidoso dijo que la orden de evacuación del lunes llegó tan rápido que ella y su esposo sólo tuvieron tiempo de agarrar a sus dos hijos y dos perros. “Parecía que el cielo estaba ardiendo. Era naranja brillante”, dijo. “Sinceramente, parecía el Apocalipsis.
Era terrible, y nos caían chispas encima”.
Otro vecino de la zona declaró haberse llevado “un susto de muerte” tras verse envuelto en humo. “En nuestros 19 años allí, hemos experimentado varios incendios, y ninguno de ellos fue tan brutal como este”.
Ruinas tras un incendio forestal, Nuevo México, EE. UU.
Hasta el 19 de junio, al menos dos personas habían muerto a causa del incendio. Más de 8000 residentes locales abandonaron urgentemente sus hogares. Más de 1400 edificios resultaron dañados o en ruinas.
El 100% del incendio seguía fuera del control de los bomberos.
Los días 13 y 14 de junio, fuertes lluvias azotaron la ciudad de Abiyán y sus suburbios en Costa de Marfil.
En algunos lugares cayeronhasta 214 mm de precipitaciones en sólo 24 horas, lo que
supera cuatro veces la norma
(la norma de precipitaciones para 24 horas es50 mm).
Varios barrios de la ciudad quedaron inundados, lo que obligó a los residentes a buscar refugio en los tejados y esperar ayuda durante horas. Los bomberos y los equipos de rescate utilizaron embarcaciones y equipos especiales para atravezar las aguas y evacuar a las personas en peligro de las zonas inundadas.
Casas y calles inundadas en Abiyán, Costa de Marfil
En Bingerville, los deslizamientos de tierra destruyeron viviendas y los equipos de rescate arriesgaron sus vidas para sacar a las víctimas de debajo de los escombros.
Al menos 8 personas murieron y 18 resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital a causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra.
El 16 de junio, los habitantes de Ecuador se encontraron en el epicentro de fuertes tormentas. Según el último informe de la Secretaría de Gestión de Riesgos, más de 1200 personas se vieron afectadas. La catástrofe se cobró la vida de al menos 10 personas, y otras 11 desaparecieron. Decenas de personas resultaron heridas.
Las fuertes lluvias afectaron a más de la mitad de las provincias del país (13). La situación más grave se produjo en las provincias de Tungurahua y Chimborazo, en la parte andina central del país, así como en la provincia de Napo, en la cuenca amazónica.
Los aguaceros provocaron el desbordamiento de ríos en todo el país. Las corrientes de lodo y las aguas de las inundaciones arrasaron carreteras y puentes, provocando el cierre de 20 carreteras en todo el país.
Un Puente destruido por las corrientes de agua y lodo tras las lluvias anormales, Ecuador
La carretera principal Baños-Puyo, que une la Región de la Sierra ecuatoriana con las provincias de la Región Amazónica,
se ha visto afectada por cerca de 20 deslizamientos de tierra,
que bloquearon el tráfico en ella.
En la ciudad de Baños, provincia de Tungurahua, personas, casas y coches quedaron sepultados bajo un enorme deslizamiento de tierra.
Coches dañados cubiertos de barro por un desizamiento de tierra, Baños, Ecuador
El alcalde de Baños, Miguel Guevara declaró el estado de emergencia, Instando a los residentes a permanecer en casa y evitar los tramos peligrosos de la carretera para facilitar los servicios de emergencia. Las escuelas cambiaron al aprendizaje en línea para garantizar la seguridad de los estudiantes y el personal.
La inundación paralizó el funcionamiento de la principal central hidroeléctrica del país, Coca-Codo Sinclair. La central de Agoyan también se inundó y quedó inoperativa.
Es importante señalar que la catástrofe se produjo pocos meses después de una grave sequía en Ecuador. Esto exacerbó la escala del impacto de las ya masivas inundaciones.
Durante varios días, del 10 al 17 de junio, lluvias anormales, fuertes vientos y tormentas eléctricas asolaron el centro y sur de Chile. Siete de las 16 regiones del país fueron declaradas zonas catastróficas. Una persona murió, tres resultaron heridas y más de 11.000 se vieron afectadas por las condiciones meteorológicas extremas.
Evacuación de residentes de las regiones declaradas zonas catastróficas debido a las inundaciones, Chile
La situación más crítica se produjo en la región del Bio Bio, habitada por más de 1,5 millones de personas.
En la ciudad de Curanilahue cayeron unos 350 mm de lluvia en pocas horas, lo que
supera el total de precipitaciones de la región en todo el año pasado.
Como consecuencia, los ríos Curanilahue y Ranas se desbordaron e inundaron la mayor parte de la ciudad. Alrededor de 7000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y trasladarse a zonas más seguras.
El 18 de junio se formó un fenómeno extremadamente raro: un tornado azotó la zona del Bío Bío, destruyendo al menos 11 casas y derribando árboles y postes de electricidad. Según el Servicio Nacional de Prevención y Atención de Desastres (Senapred), el tornado fue clasificado como EF-0 con velocidades de vientos de hasta 137 km/h.
Secuelas de un inusual tornado en la región de Bio Bio, Chile
El 12 de junio, la Dirección Meteorológica de Chile emitió el nivel más alto de alerta debido a las fuertes lluvias y vientos, que afectaron a 14 de los 20 millones de habitantes del país. En la capital, Santiago, se emitió tal nivel de alerta por primera vez en 20 años.
Al día siguiente, las lluvias abrumaron la capital, causando inundaciones, cortes de electricidad y problemas de transporte. Según datos oficiales, este mes de junio se convirtió en el junio más lluvioso en Santiago en los últimos 42 años, desde 1982. Esto es notable, teniendo en cuenta que la zona central de Chile sufre una grave sequía desde hace 15 años.
Como consecuencia de la catástrofe, más de 100.000 hogares se quedaron sin electricidad y cerca de 9000 viviendas sufrieron daños.
Unos días antes, el 9 de junio, en la ciudad de Viña del Mar, los residentes de un lujoso edificio de 12 plantas fueron evacuados de urgencia después de que se formara bajo él un gigantesco socavón, de 15 metros de ancho y 30 de profundidad, se formó bajo él debido a las lluvias.
Socavón gigante bajo un edificio de lujo en Viña del Mar, Chile
El caos climatico en el planeta va en aumento, perturbando nuestro modo de vida habitual. Cada vez son mas las regiones que se vuelven inhabitables. Los lugares de vacaciones tradicionales se convierten en zonas de riesgo, y unas vacaciones largamente esperadas pueden convertirse en una pesadilla.
Sin embargo, muchas personas no quieren darse cuenta de ello. Siguen viviendo como antes, poniendo en peligro no sólo a sí mismos, sino a toda la humanidad. Todo el mundo debe saber lo que le está ocurriendo a nuestro planeta. La indiferencia, el silencio y la inacción tendrán consecuencias catastróficas. La cuestión del aumento de las catástrofes debe convertirse en el tema de mayor importancia en el mundo. Debe debatirse en todas las plataformas posibles para que políticos y científicos empiecen a actuar y encuentren una solución.
Para saber más, recomendamos ver el Foro Internacional “Crisis Global. La Responsabilidad.” ¡El futuro de la humanidad depende de cada uno de nosotros!
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