Resumen de los desastres climáticos en el planeta del 2 al 8 de octubre de 2024
Tailandia
Desde principios de octubre, las fuertes lluvias han provocado
una de las inundaciones más graves del último medio siglo
en la ciudad de Chiang Mai, popular destino turístico de Tailandia.
La catastrófica inundación afectó a una cuarta parte de las provincias tailandesas
Según el Departamento de Prevención y Mitigación de Desastres, la inundación afectó a más de una cuarta parte, es decir, 20 de las 76 provincias del país. El nivel de los ríos subió hasta un punto “crítico”.
Los turistas fueron evacuados de sus hoteles en camiones. Se cerró la estación de ferrocarril de Chiang Mai, suspendiéndose el servicio de trenes a la ciudad. Hasta el 8 de octubre de 2024, al menos 6 personas habían muerto como consecuencia del desastre.
El desbordamiento del río Mae Taeng inundó cerca del 80% del área del centro de rescate y rehabilitación de elefantes.
Voluntarios y personal del zoológico rescatando elefantes del santuario inundado, Tailandia
Además de elefantes, en el santuario viven miles de gatos, perros, conejos y otros animales. Cientos de voluntarios y trabajadores del santuario utilizaron embarcaciones para trasladar a los animales amenazados. La evacuación se complicó por el hecho de que muchos de los animales eran viejos, estaban enfermos o heridos, y algunos de los elefantes estaban completamente ciegos. Dos elefantes no pudieron salvarse y murieron ahogados.
Brasil
Por segundo año consecutivo, Brasil sufre una prolongada sequía. Según el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta Temprana de Desastres Naturales de Brasil, el país atraviesa actualmente la sequía más grave de su historia desde 1950. Casi el 60% del territorio brasileño se ha visto afectado.
Según el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet), hasta el 4 de octubre de 2024, la ciudad de Brasilia, capital del país, llevaba 164 días sin llover. Se trata del récord de sequía más larga de la región.
Debido a una humedad críticamente baja combinada con temperaturas superiores a +35°C, se declaró la “alerta naranja” en la capital.
La actual sequía y la disminución de las precipitaciones en la cuenca del Amazonas han provocado un descenso crítico del nivel de las aguas del río Negro. Según el puerto de Manaus, en la mañana del 4 de octubre, el nivel del río se registró en 12,66 metros (41,5 pies), el más bajo en 120 años de observaciones (desde 1902).
La sequía ha devastado los negocios a lo largo del río Negro. Barcos y embarcaciones están varados.
El lecho del río Solimões se ha convertido en un largo banco de arena, obligando a los residentes a caminar hasta sus casas durante horas bajo un sol abrasador.
Según la Defensa Civil, en el municipio de Manacapuru, a unos 100 km río arriba de la capital del estado de Amazonas, Manaos, la profundidad del río Solimões era de sólo 3 metros (9,8 pies). En el municipio de Tabatinga, estado de Amazonas, se registró el nivel de agua más bajo para esta época del año.
Los peces, principal fuente de alimento de los habitantes de las riberas, han desaparecido de las masas de agua desecadas.
Lechos de ríos convertidos en bancos de arena, estado de Amazonas, Brasil
La región también se enfrenta a una grave escasez de agua potable, lo que está provocando un brote de infecciones intestinales. Según la Defensa Civil del estado de Amazonas, los niveles de agua en todos los cauces fluviales de la región están por debajo de la media normal para esta época del año. La sequía ya ha afectado directamente a cerca de 750.000 personas, dejándolas sin alimentos, agua y transporte.
Un gran número de delfines del río Amazonas han muerto debido a la desecación del lago Tefé. Según Miriam Marmontel, responsable del proyecto sobre delfines del Instituto Mamirauá para el Desarrollo Sostenible, a finales de septiembre estaban encontrando al menos un delfín muerto cada día.
La sequía también ha provocado incendios forestales sin precedentes en Brasil, destruyendo grandes extensiones del Amazonas y el Pantanal, los mayores humedales tropicales del mundo. Los incendios también han envuelto las ciudades cercanas en un espeso humo.
Un informe del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) señala que este año el número de incendios forestales en Brasilia aumentó un 269% en comparación con años anteriores.
André Guimarães, Director Ejecutivo del Instituto de Investigación Medioambiental de la Amazonia, comentó: “Estamos sufriendo una situación a la que nunca nos habíamos enfrentado”. La sequía amenaza con desencadenar una crisis humanitaria para más de 40 millones de personas que viven en el Amazonas y sus alrededores. Los residentes dependen de los cursos de agua no sólo para beber y bañarse, sino también para el transporte y la alimentación. Las previsiones de los expertos son decepcionantes. Según el Centro Nacional de Monitoreo y Alerta Temprana de Desastres Naturales (Cemaden), no se esperan lluvias significativas en las próximas semanas, y el nivel de los ríos seguirá bajando.
Otra consecuencia inesperada de la sequía y el bajo nivel de los ríos ha sido un enorme deslizamiento de tierras en el estado de Amazonas.
Se produjo un enorme deslizamiento de tierras en el puerto de Terra Preta, municipio de Manacapuru, estado de Amazonas, Brasil
El 7 de octubre, toneladas de tierra se desplomaron sobre embarcaciones amarradas y casas flotantes en el puerto de Terra Preta, en el municipio de Manacapuru. Según la Defensa Civil de Manacapuru, al menos una persona murió, tres desaparecieron y diez resultaron heridas.
Nueva Zelanda
En la región de Otago, por primera vez en la historia, se decretó la alerta roja debido a las condiciones potencialmente mortales del río. La ciudad de Dunedin experimentó su día más lluvioso en un siglo. En sólo 24 horas, del 3 al 4 de octubre de 2024, cayeron 130,8 mm (5,15 pulgadas) de lluvia.
En 40 horas, las precipitaciones superaron en 2,4 veces la norma de octubre.
Secuelas de lluvias extremas en Nueva Zelanda
Los residentes del distrito de Dunedin vieron impotentes cómo el agua inundaba rápidamente sus casas. Unas 100 personas se vieron obligadas a evacuar durante la noche.
Debido a los grandes deslizamientos de tierra, escombros y daños en la región de Otago, se cerraron 130 carreteras y autopistas, y en algunas zonas los residentes se quedaron sin agua ni servicio de telefonía móvil.
Tifón Krathon
El 3 de octubre, el tifón Krathon azotó el suroeste de Taiwán, trayendo vientos con rachas de hasta 162 km/h (101 mph) y fuertes aguaceros. El epicentro de la tormenta incluyó la ciudad de Kaohsiung y el condado de Pingtung.
En la importante ciudad portuaria de Kaohsiung, el viento arrancó tejados de edificios y destruyó infraestructuras. Más de 2000 árboles fueron arrancados de raíz en toda la ciudad.
Fuertes vientos arrancan el tejado de un edificio, isla de Taiwán
Las zonas con terminales de contenedores se vieron especialmente afectadas: las fuertes rachas de viento dispersaron los contenedores por el puerto, bloqueando los muelles. Muchas carreteras se atascaron con árboles caídos y escombros, lo que complicó las operaciones de rescate. Casi 100.000 hogares se quedaron sin electricidad y 129.000 sin agua.
Como consecuencia del desastre, dos personas murieron, 667 resultaron heridas y más de 10.000 fueron evacuadas. El país ha declarado el estado de emergencia y movilizado a más de 40.000 soldados para prestar ayuda. Los expertos señalaron tres peculiaridades del tifón Krathon.
En primer lugar, antes de tocar tierra, se detuvo misteriosamente frente a la costa durante varios días. En segundo lugar, el tifón golpeó la densamente poblada costa suroeste de la isla, una región raramente afectada por este tipo de tormentas. Normalmente, los tifones se acercan por el este, donde las montañas debilitan su fuerza, pero la falta de esa protección en el oeste amplificó los efectos destructivos. Krathon fue el primer tifón que azotó Kaohsiung en 47 años. En tercer lugar, Krathon se desplazó muy lentamente, a una velocidad de sólo 4 km/h (2,5 mph), lo que le permitió descargar enormes cantidades de lluvia sobre las zonas afectadas. En algunos lugares llovió casi 1,7 metros durante varios días.
Grecia
El 4 de octubre, la región griega de Etolia-Akarnania y la isla de Corfú fueron el centro de la tormenta Casandra.
El desbordamiento de un pequeño río causó destrozos en la ciudad de Stratos: se inundaron sótanos y se produjeron importantes daños en almacenes, empresas y granjas.
El desbordamiento del río causó destrozos en Stratos, Grecia
El alcalde de la ciudad dijo, “Un enorme volumen de agua llegó como un tsunami. Olivos de 40 años fueron arrancados de raíz y animales fueron arrastrados por las poderosas corrientes. En pocos minutos se produjo la destrucción total”. Una persona fue arrastrada por las aguas embravecidas y, trágicamente, perdió la vida.
El sistema de tormentas también afectó a partes del norte de Italia y los Balcanes occidentales.
Bosnia y Herzegovina
El 4 de octubre, fuertes lluvias azotaron Bosnia y Herzegovina. Las regiones central y meridional del país quedaron inundadas, y los corrimientos de tierras aislaron ciudades y pueblos enteros.
Destrucción catastrófica en Jablanica, Bosnia y Herzegovina
Uno de los lugares más afectados fue la ciudad de Jablanica, situada a 70 km al suroeste de Sarajevo.
Las aguas de las inundaciones se precipitaron en las casas de las personas que dormían,
y los residentes no podían salir de sus casas. Además de los socorristas, el ejército y las fuerzas de defensa civil prestaron ayuda a la población.
Los deslizamientos de tierra arrasaron todo a su paso. Los edificios quedaron sepultados bajo tierra y piedras, y sólo quedó visible el minarete de una mezquita. Un deslizamiento de tierra bloqueó la ruta principal de la M-17, que discurre a lo largo del río Neretva. El agua erosionó el suelo bajo las vías, dejando un tramo de 200 metros de la vía férrea colgando en el aire.
Debido a la erosión del terreno, un tramo de 200 metros de la vía férrea quedó colgando en el aire, Bosnia y Herzegovina
La ciudad de Kiseljak, situada a 20 km al oeste de Sarajevo, también se vio afectada por el desastre: el río se desbordó e inundó cientos de casas. Los pequeños arroyos se convirtieron en ríos impetuosos que arrasaron todo a su paso.
Los residentes locales, incluso los ancianos, señalaron que no recordaban que hubiera ocurrido algo así antes. Hasta el 8 de octubre de 2024, la catástrofe climática se había cobrado la vida de 22 personas, y docenas más habían desaparecido.
La catástrofe también afectó a los países vecinos: Montenegro y Croacia. El 5 de octubre, en la ciudad croata de Podgora, llovió durante casi dos meses, 143 mm, en sólo una hora (la precipitación media en octubre es de 79,4 mm). Las aguas inundaron calles, patios, sótanos y paseos marítimos.
Huracán Milton
Apenas dos semanas después del golpe mortal del huracán Helen al estado norteamericano de Florida (El huracán Helen azotó Florida, EE. UU., el 26 de septiembre), el huracán Milton apareció en el horizonte, conmocionando a los meteorólogos.
El huracán Milton tardó poco más de 12 horas en intensificarse, pasando de la categoría 1 a la más alta, la 5. Sus vientos alcanzaron los 290 km/h (180 mph). En previsión de la llegada del huracán, millones de personas fueron evacuadas y los equipos se apresuraron a retirar los escombros y restos dejados por el huracán Helen, que podían convertirse en peligrosos proyectiles bajo los vientos extremos.
A medida que se acercaba a la costa, Milton provocó al menos 27 tornados en el estado de Florida, que, hasta el 10 de octubre, habían matado al menos a 4 personas en el condado de St. Lucie. Cientos de casas quedaron destruidas.
Todo lo que queda de una casa tras los destructivos tornados causados por el huracán Milton en Florida, EE. UU.
La noche del 9 de octubre, Milton tocó tierra en la costa de Florida, cerca de la isla de Siesta Key, en el condado de Sarasota, como huracán de categoría 3.
Causó mareas tormentosas potencialmente mortales y fuertes vientos de hasta 193 km/h (120 mph). Más de 3,3 millones de residentes de Florida se quedaron sin electricidad. En algunos condados, los cortes afectaron al 70% de la población.
Las precipitaciones superaron las previsiones. En sólo unas horas cayeron hasta cinco meses de lluvia.
En la ciudad de San Petersburgo, Florida, fuertes ráfagas de viento provocaron el derrumbe de una grúa torre sobre un edificio vecino. También se desprendió el tejado del estadio Tropicana Field, sede del equipo de béisbol Tampa Bay Rays. 406,4 mm (16 pulgadas) de lluvia cayeron en la ciudad en sólo 3 horas, superando la precipitación media de la región en tres meses.
El huracán causó la muerte de al menos 23 personas en Florida, y aún no se ha evaluado el alcance total de los daños.
Devastación en las calles de la ciudad tras el huracán Milton en Florida, EE. UU.
“Milton” no es un huracán más; su comportamiento anómalo e imprevisible es una manifestación más del caos climático que el mundo ha ignorado durante demasiado tiempo.
Los acontecimientos en el planeta son una advertencia de que si no empezamos a abordar el problema climático con urgencia, nos enfrentaremos a consecuencias aún más nefastas.
¿Estás preparado para aceptar lo inevitable o harás todo lo posible para evitarlo?
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