La presidenta del proyecto Sociedad Creativa, Olga Schmidt, pronuncia un discurso en la reunión anual del movimiento internacional en defensa de los derechos humanos Amnesty International 2025
Detroit, Míchigan — En la reunión anual de Amnesty International 2025, Olga Schmidt, presidenta del proyecto internacional Sociedad Creativa, presentó un informe en el que expuso la alarmante situación de violaciones de los derechos humanos en Rusia, donde, según sus palabras, “los derechos humanos hace tiempo que dejaron de tener sentido”.
Olga Schmidt habló sobre la campaña sistemática de persecución contra los participantes del proyecto Sociedad Creativa y la organización ALLATRA, que comenzó en 2015 en Rusia cuando presentaron investigaciones científicas sobre la pluma magmática Siberiana en el territorio de la Federación Rusa. Actualmente, siete exvoluntarios están en prisiones rusas, donde son sometidos a torturas y enfrentan procesos penales únicamente por sus investigaciones científicas y su trabajo voluntario dentro del proyecto Sociedad Creativa y su organización asociada, ALLATRA.
“En Rusia, la verdad se ha vuelto peligrosa”, declaró Olga Schmidt. Cuando la organización presentó datos científicos que evidenciaban signos alarmantes de activación geológica en Siberia, lo que representa una amenaza potencial global no solo para Rusia, sino para el mundo entero, las autoridades rusas lo percibieron como una amenaza a sus intereses económicos. Y en lugar de abordar el problema, en lugar de entablar un diálogo constructivo con expertos y voluntarios del proyecto Sociedad Creativa y su organización asociada ALLATRA, el gobierno recurrió a la represión, guiándose por el principio: “La verdad incómoda debe ser prohibida”.
“Nuestros exvoluntarios, ciudadanos rusos respetuosos de la ley, siguen siendo sometidos a torturas y persecuciones por parte del FSB hasta el día de hoy”, enfatizó Olga Schmidt.
Exvoluntarios del proyecto Sociedad Creativa y del movimiento ALLATRA que lograron escapar del régimen ruso han contado que, durante los interrogatorios, los agentes del FSB les decían: “No debieron hablar sobre el clima”.
Olga Schmidt también denunció que los agentes del FSB persiguen a exparticipantes del proyecto Sociedad Creativa y de la organización ALLATRA en todo el mundo y han lanzado una campaña sistemática de descrédito contra el proyecto tanto fuera de Rusia como en otros países. Es importante destacar que la campaña de difamación a gran escala contra Sociedad Creativa y su organización asociada ALLATRA comenzó en Rusia mucho antes de su prohibición oficial. Sin embargo, al contar con representación en 180 países, sus voluntarios aún podían difundir la verdad a los ciudadanos rusos. Por ello, el régimen ruso adoptó una estrategia aún más insidiosa, imponiendo la etiqueta de "secta" o "culto".
“En la realidad rusa, la palabra "secta" no solo estigmatiza, sino que destruye por completo la confianza del público en cualquier información proveniente de una organización o individuo perseguido. Su objetivo es claro: lograr que la sociedad no solo nos rechace a nosotros, sino también los hechos científicos que presentamos, especialmente en relación con los riesgos geodinámicos”, declaró Olga Schmidt.
Olga Schmidt explicó que iniciaron una investigación y descubrieron quién en Rusia lanzó las acusaciones de "sectarismo". Muy pronto, llegaron hasta Alexander Dvorkin, presidente de RACIRS (Asociación Rusa de Centros para el Estudio de Religiones y Sectas). Su nombre se ha convertido en sinónimo de una caza de brujas moderna en Rusia.
Durante la investigación, revelaron algo mucho más siniestro que una simple campaña de descrédito. Al rastrear el origen de los métodos utilizados por Dvorkin, descubrieron una conexión impactante. Llevó desde el pastor antisemita Walter Künneth, quien fundó un centro apologético nazi en 1921, pasando por los anticultistas Haack y Aagaard, mentores directos de Dvorkin, hasta los eventos que hoy tienen lugar en la Rusia contemporánea.
Dvorkin no solo adoptó estos métodos, sino que los perfeccionó. Llevó las técnicas nazis de destrucción social a su máxima expresión y creó un sistema de influencia ampliamente ramificado a través de una red de los llamados "Centros para el Estudio de Religiones y Sectas". Es evidente que una estructura de este tipo no podría existir sin el apoyo del FSB. Lo que comenzó como un problema interno de Rusia ahora se ha convertido en una amenaza global para las sociedades democráticas. Este problema no se limita solo a Rusia. En 2020, la Comisión de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) emitió una advertencia sin precedentes sobre las actividades destructivas de la red de Dvorkin.
Los hechos presentados evidencian una grave amenaza para los derechos humanos y la libertad de la investigación científica en la Rusia actual. La persecución de los voluntarios del proyecto Sociedad Creativa y del movimiento ALLATRA demuestra un enfoque sistemático por parte de las autoridades rusas y el FSB para reprimir las voces independientes y las iniciativas científicas.
La comunidad internacional debe prestar especial atención a estas alarmantes tendencias. La represión contra científicos y activistas no solo viola flagrantemente los derechos humanos fundamentales, sino que también crea un peligroso precedente de censura y persecución política. Especialmente preocupante es el hecho de que los métodos de descrédito trascienden las fronteras de Rusia, socavando los principios democráticos a nivel global y representando una amenaza para la seguridad nacional de los países democráticos.
Para proteger los derechos de los activistas perseguidos y prevenir una mayor escalada de estas violaciones, es necesario un esfuerzo coordinado por parte de organizaciones de los derechos humanos, misiones diplomáticas e instituciones internacionales. Solo con acciones conjuntas se podrá resistir eficazmente los intentos de reprimir la libertad de pensamiento y la investigación científica.
Acerca del proyecto Sociedad Creativa
La misión del proyecto Sociedad Creativa es llamar la atención de la comunidad mundial sobre las catástrofes naturales globales, investigar sus causas y encontrar soluciones. Nuestro objetivo es crear condiciones para la cooperación internacional entre científicos, con el propósito de proteger la vida humana, garantizar el respeto a los derechos humanos internacionales y prevenir futuros desastres naturales.
Publicado en: AP, Morningstar, THE GLOBE AND MAIL, Boston Herald, Fox47, International Business Times, Digital Journal, Pittsburgh Post-Gazette, The Chronicle Journal
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